jueves, 2 de mayo de 2013

Corto viaje a ningún lugar

La encontraron en un páramo, tenía la frente hinchada, el cráneo hundido, los ojos reventados, las costillas rotas, la nariz en pedazos, una nariz pequeña que tenía la facilidad de clavarse en la memoria de quienes la tuvieron alguna vez entre sus labios, una nariz fina de la que saltaron borbotones de sangre, ahora seca, hasta cubrir casi por completo las manchas moradas que, por todo su cuerpo, contrastaban con su piel blanca, casi transparente, logrando una fotografía grotesca en la que lo menos impactante era la desnudez de ropas.

Ojalá la hubiera encontrado con otro, ojalá la niña en su vientre hubiera sido de alguien más, ojalá la causa de tanto dolor hubiera sido cierta y no una sospecha infundada.

La encontraron en un páramo, apenas unas horas después de haber tomado la decisión más importante de su vida: emprender un viaje sin retorno a un lugar mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario